Síndrome de abstinencia

Cuando una persona se propone dejar de usar una droga o dejar de realizar una conducta, , cuando existe un abuso o dependencia en la persona, es inevitable tener que atravesar un momento complicado, donde en general la persona se siente mal y con la sensación de que le falta algo importante en su vida hasta ese momento.

A estas personas les aparecen una serie de síntomas que los llevan a sentirse incómodos, ansiosos, angustiados, nerviosos y en general, en muchos casos, tienden a pensar que volviendo a relacionarse con el objeto droga o la conducta que están dejando, todo se arreglará y volverá a su lugar. Este pensamiento parte de la desesperación por la falta de eso a lo que estaban acostumbrados a usar.

Obviamente que tener la creencia de seguir usando para no sufrir es infantil o irrealista, ya que la persona seguirá atada a algo que en algún momento le pasara una factura aún mayor a la del presente.

Cuando aparecen los síntomas desagradables al dejar una droga o un conducta, este grupo de síntomas se enmarcan en lo que llamamos, síndrome de abstinencia.

El síndrome de abstinencia puede estar marcado tanto por síntomas psicológicos como por síntomas físicos.

Justamente por esta razón, a las personas les cuesta tanto dejar de usar una determinada droga o realizar una determinada conducta que es tóxica para ellos.

Nuestro organismo se acostumbra a ese psicoactivo o principio activo que tienen las drogas, por un lado, en este caso nuestra química del cerebro nos pedirá más de esa droga a la cual ya está acostumbrado y además a generado tolerancia, es decir, necesita más para tener el mismo efecto. En el caso de una conducta ya incorporada como hábito, también activa el mismo circuito químico en nuestro cerebro como una droga y además viene asociada a un ritual o un contexto determinado, que refuerza que la conducta se lleve a cabo, por eso las personas que tienen que comenzar un tratamiento para dejar las drogas o una conducta, por ejemplo el juego, aunque tengan la voluntad y la decisión de no consumir, lo harán igual si no tienen los recursos terapéuticos y el apoyo necesario para evitar la vuelta al consumo.

Esto ocurre porque psicológicamente y físicamente, todo su organismo esta acostumbrado a eso y dejarlo, tiene consecuencias indeseables, desagradables, que son justamente la experiencia de tener que soportar las ganas, el deseo, la compulsión de volver a consumir o atravesar el malestar significativo de un síndrome de abstinencia.

Ahora bien, es muy importante derribar el mito de que las drogas se deben dejar de a poco, ya que la persona podría sufrir consecuencias graves de salud si deja abruptamente de drogarse.

Escucho mucho en la consulta que un consultante le diga a sus padres o a su esposa, "... no me pidan que deje de un día para el otro, eso no puedo hacerlo porque me descompenso. " Esto no es así en la mayoría de los casos, por lo menos con las drogas que usan los usuarios en CHOICE COUNSELING.

El tipo de droga o el modo de administración y también el grado de compromiso, en el sentido de cantidad de sustancia a la cual esté acostumbrado el consumidor, marcará si puede o no dejar abruptamente la droga de abuso o debe establecer un plan de sustitución por otra droga o ir bajando la cantidad que consume de a poco hasta dejarla completamente, siempre en el marco de un acompañamiento médico con especialistas en el tema.

En nuestra práctica, los consultantes que llegan a nuestro centro ambulatorio, en la gran mayoría de situaciones, cumplen todos los criterios para una indicación médica de discontinuar la ingesta de un día para el otro. Claro que eso les provocará síntomas mayormente de índole psíquico que los perturbarán, pero nunca al punto de perder salud o empeorarla por dejar de consumir abruptamente.

Lo que hay que tener en cuenta es que la persona que se enfrenta a la inevitable situación de tener que atravesar el síndrome de abstinencia si quiere cambiar su vida, tiene como opciones por un lado, aguantar los síntomas desagradables y atravesarlos para que en un corto plazo pueda volver a una normalidad anterior a quedarse pegado, o bien volver a consumir para alivianar los síntomas de la cesación del uso de la sustancia.

Cuando la persona vuelve a consumir para alivianar los síntomas de la abstinencia, tiene que saber que su problema no estará resuelto, sino todo lo contrario, solo saciará su ansia de consumo pero agravará su situación a mediano y largo plazo, porque su sufrimiento será aún mayor que el que hoy enfrenta.

Una de las razones por las cuales se recomiendan los tratamientos y los acompañamientos de profesionales en temáticas de adicciones es justamente éste, el acompañamiento en las primeras etapas de deshabituación de la conducta o sustancia que se pretende dejar, y posteriormente a ese momento inicial, el acompañamiento del proceso en el logro de la estabilidad y equilibrio posterior, que requiere trabajo e incorporación de recursos para prevenir las recaídas.

Juan Facundo Cincunegui

Counsellor con Especialidad en Consumos Problemáticos y Adicciones/Oriento, acompaño o derivo a personas y sus familias.

Información variable y confiable, sobre la práctica de acompañar procesos de cambio en personas con problemáticas de consumo de drogas.

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